domingo, 6 de octubre de 2013

Periplo


Estos versos hablan del viaje como metáfora de la vida y están inspirados por el poema Ítaca del poeta griego Constantino Cavafis.


Periplo


Saldrás
con las luces rojas de la madrugada,
atravesando el asfalto solitario en la única compañía
de interlocutores anónimos de baja frecuencia,
corazones radiofónicos en vela.

El neón te alertará
de los desvíos del camino,
de los cantos de sirena atragantados
en copas derramadas en noches
y mañanas de resacas fugitivas.

Desoye el clamor vacío
de sonrisas de nieve en portadas de prensa.
No hagas caso
a los destellos vistosos de felicidad fugaz
que ofertan los cruces de tu travesía.

Para tu viaje
no necesitarás mapa, ni navegador, ni guía.
Tan solo la confianza,
brújula
de tu alma peregrina.

Encontrarás,
en las cunetas,
a viajeros extraviados, cansados o bien
desencantados
con el caprichoso trazo del trayecto
o el nublado horizonte del destino.

No te asustes.
En su rostro forastero
pronto reconocerás
la mirada del hermano
que marcha contigo.

No precipites el paso.
Descansa al calor
del hogar fraterno
que te ofrece abrigo

y reanuda el viaje, al alba,
con pulso firme y espíritu convencido
de que al otro lado aguardan
el Sol poniente sobre la arena,
ciudades blancas y veredas nuevas
y la caricia de la brisa que el nuevo día estrena.

Y llámame, si llegas pronto,
y si tardas,
llámame,
que te estaré esperando

la puerta abierta

la mesa puesta 

el pan partido

y un lienzo para pintar
tus historias, tus cansancios
y atesorar, en sus trazos,
el poso de lo vivido.