A este niño sirio
que ha venido del mar
le canto la nana
de los niños
que sueñan sueños
de sal.
A este niño sirio
que juega
en la playa con
caracolas
lo arrullan las
olas blancas
al son de una
barcarola.
A este niño sirio
que duerme
en la noche
descubierta
lo mece la brisa
fría
y un manto tibio
de estrellas.
A este niño sirio
que ha olvidado
su nombre en la
travesía
le pinto en
colores y versos
sus fantasías
perdidas.
A este niño sirio
que cava con las manos
su cuna bajo la
arena
le traigo este
canto lejano
de coral y
madreperla.
Este niño sirio
(que es todos los
niños sirios
que mueren hoy por
la guerra)
con su nana
balancea
la conciencia de
este mundo,
raquítica
de indiferencia.
Espero que le arrulle a algún niño sirio de verdad.
ResponderEliminar