martes, 21 de marzo de 2017

Benedizione della mattina nella stanza




Esta mañana me has traído como caricia el sol de Italia,
que es un sol distinto
a los demás soles.
Me dices “quédate aquí conmigo” o “aquí se vive de otra forma”.
Puedo imaginármelo.
Sobre la mesa está nuevamente
el misterio cotidiano. Ese que,
desde hace siglos,
nos llama, nos convoca, nos reúne.
Hemos seguido viniendo
durante todo este tiempo.
No hemos faltado a nuestro encuentro fiel
con el sentido antiguo de las cosas,
esa mecha prendida
en torno a la escucha íntima
de esta historia (que es nuestra historia).

Mirad cómo se aman”, dice la Escritura,
pero ese versículo está por estrenar.
El niño sólo está llorando
y a su alrededor  ya hay tres mitras
escribiendo, regulando, normativizando.
¿Por qué ponerle medida
a aquello que no la tiene?

Adelante. Deja dulce caos que se desborde esta noche.
Ábreme la puerta.
Si es con tu acento, si es en tu lenguaje
estoy dispuesto a quedarme.

En italiano la palabra “verso” significa “hacia”.
Quizá es que ya se dieron cuenta de que es
                                      
                                                 la poesía

                                                                  la que indica el camino.





No hay comentarios:

Publicar un comentario